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Ayer, fue un día de celebración familiar. Hacia un año que pude haber terminado en este mundo, pero he tenido la gran suerte de contar con una nueva oportunidad. Y ya van dos. La primera fue de un infarto que sufrí en el año 1992. Ahora ha sido un ictus, o lo que es lo mismo, el conocido derrame cerebral, lo que inicialmente hizo pensar a los míos la necesidad de consolarse solo con mi recuerdo. Pero quizás sea debido a mi tozudez el que me encuentre ahora aquí contándolo a todos los vientos.
Hoy ha sido un día en el que junto a mis amigos, los íntimos, los que siempre han permancecido conmigo a las buenas y a las maduras, hemos decidido hacer una ligera escapada y nos hemo ído a celebrarlo con un paseo maravilloso que hemos realizado con un clima de ensueño. Allí, en Benidorm, que no lo había dicho antes; había gente de condición multiplural, de todos los lugares del planeta tomándo el sol. La única diferencia percibida y que resultaba muy rara, es que, mientras los nativos marchaban vestidios con ropa invernal, habían otros que estaban en bañador, con el cuerpo libre de ropajes, tomándo el sol como si fiuese verano, pero nosotros también estabamos en condiciones de darnos un buen chapuzón por el buen día que nos ha salido a todos. Es lo que tiene este Benidorm nuestro, que hace un ambiente que es multicultural para todos los gustos. Tiendas abiertas para el consumidor, ya sean de un lugar u otro, es lo bueno que tiene, que quienes desean ropa barata, la mejor calidad a un mínimo precio; si lo que quieres es ropa de marcas diferenciadas, tipo Louis Vuitón o similares, en cruzar a la acera de enfrente lo tienes a tu disposición, eso si tienes buena cartera, claro. El caso es que depués de pasear por sus ámplias avenidas y por su espectacular paseo junto al mar, descamisados en pleno invierno, nos hemos dirigido en coche a La Nucía, en donde teníamos mesa reservada en el Restaurante L'éra que se han encargado de saciar nuestros apetitos, con muy buena calidad y a un buen precio, que eso siempre resulta algo dificil en una tierra dedicada al turismo de masas.
Después repuestos del día y con la barrigas llenas, hemos salido a pasear por este bonito pueblo montañés y al término del mismo, hemos decidido dar por finlizado el día de hoy, muy pronto, alrededor de las 17:30 horas poníamos rumbo a nuestras rspectivas casas, en Alicante, y eme aquí que les estoy contando esta nueva buena que hemos vivído para recordar tiempos muy sombríos para todos, menos para mí que en el estado inconsciente que me tenían un poco sadado, apenas me enteraba de la mis la mitad, y si es que la oía.
Con todo esto, lo que quiero es invitarles a todos Vds., mis amables lectores, a que si en el seno de su familia existe alguna persona que sea diverso-funcional, no lo escondan, saquénlo a recibir los beneficiosos rayos solares, que éllos también tienen derecho a gozar del buen clima. La gente pasa de todo, pasa incluso de todos los discapaciados, pués cada vez lo tienen más claro que algún día, el menos pensado, tiene para él disopuesta a la vuelta de una curva , una silla de ruedas.
Hagánle fente a la vida que la alegría que tenemos todos por vivir, hemos de manifestarla de algun modo, como por ejemplo, el viajecito que hemos realizado en el día de hoy.
Hoy ha sido un día en el que junto a mis amigos, los íntimos, los que siempre han permancecido conmigo a las buenas y a las maduras, hemos decidido hacer una ligera escapada y nos hemo ído a celebrarlo con un paseo maravilloso que hemos realizado con un clima de ensueño. Allí, en Benidorm, que no lo había dicho antes; había gente de condición multiplural, de todos los lugares del planeta tomándo el sol. La única diferencia percibida y que resultaba muy rara, es que, mientras los nativos marchaban vestidios con ropa invernal, habían otros que estaban en bañador, con el cuerpo libre de ropajes, tomándo el sol como si fiuese verano, pero nosotros también estabamos en condiciones de darnos un buen chapuzón por el buen día que nos ha salido a todos. Es lo que tiene este Benidorm nuestro, que hace un ambiente que es multicultural para todos los gustos. Tiendas abiertas para el consumidor, ya sean de un lugar u otro, es lo bueno que tiene, que quienes desean ropa barata, la mejor calidad a un mínimo precio; si lo que quieres es ropa de marcas diferenciadas, tipo Louis Vuitón o similares, en cruzar a la acera de enfrente lo tienes a tu disposición, eso si tienes buena cartera, claro. El caso es que depués de pasear por sus ámplias avenidas y por su espectacular paseo junto al mar, descamisados en pleno invierno, nos hemos dirigido en coche a La Nucía, en donde teníamos mesa reservada en el Restaurante L'éra que se han encargado de saciar nuestros apetitos, con muy buena calidad y a un buen precio, que eso siempre resulta algo dificil en una tierra dedicada al turismo de masas.
Después repuestos del día y con la barrigas llenas, hemos salido a pasear por este bonito pueblo montañés y al término del mismo, hemos decidido dar por finlizado el día de hoy, muy pronto, alrededor de las 17:30 horas poníamos rumbo a nuestras rspectivas casas, en Alicante, y eme aquí que les estoy contando esta nueva buena que hemos vivído para recordar tiempos muy sombríos para todos, menos para mí que en el estado inconsciente que me tenían un poco sadado, apenas me enteraba de la mis la mitad, y si es que la oía.
Con todo esto, lo que quiero es invitarles a todos Vds., mis amables lectores, a que si en el seno de su familia existe alguna persona que sea diverso-funcional, no lo escondan, saquénlo a recibir los beneficiosos rayos solares, que éllos también tienen derecho a gozar del buen clima. La gente pasa de todo, pasa incluso de todos los discapaciados, pués cada vez lo tienen más claro que algún día, el menos pensado, tiene para él disopuesta a la vuelta de una curva , una silla de ruedas.
Hagánle fente a la vida que la alegría que tenemos todos por vivir, hemos de manifestarla de algun modo, como por ejemplo, el viajecito que hemos realizado en el día de hoy.
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